viernes, 3 de febrero de 2012

HOLMES (Cinequo)



Si una película es de éxito, entonces para qué cambiarlo, eso debió pensar el director de cine, Guy Ritchie, al momento de afrontar la continuación de su exitosa versión del clásico “Sherlock Holmes”. Lastima que en su afán continuista la frescura del original disminuya al mismo tiempo que aumenta el nivel del caos y las explosiones.
Sherlock Holmes siempre ha sido el más inteligente de todos, hasta ahora. Y es que hay una inédita mente maestra del crimen que anda por las calles, se trata del profesor James Moriarty, interpretado por Jared Harris, y no solamente está al mismo nivel intelectual que Holmes, ya que su capacidad para el mal, combinada con falta de conciencia, esto podría concederle cierta ventaja sobre el famosos detective.

Sherlock el más intelectual

En todo el mundo se producen atractivas noticias, un escándalo acaba con un potentado del algodón de la India, un comerciante de opio chino fallece de una aparente sobredosis, estallan bombas en Viena y Estrasburgo, muere un magnate del acero estadounidense.
Las personas desconocen la conexión entre estos sucesos aparentemente variados, excepto el gran Sherlock, que ha adivinado una red deliberada de muerte y destrucción. Y en su centro, como una araña especialmente siniestra, está Moriarty.

Aburrido pero impresionante

A mi parecer, la cinta se podría dividir en 2 partes, la primera en la imprecisa y alocada desventura del inicio indefinido y falta de brillantez. La segunda mitad más madura y elemental. Ahí es donde Holmes y Moriarty viven más apasionantes y también es donde crece el peso argumental de esta secuela.
El resto se pierde con un guion aburrido, un desfile de fuegos artificiales y algunas persecuciones demasiadas confusas. Aun así, el filme deja impresionado al público y ganas de más y eso se lo debemos al actor, cantante y compositor estadounidense, Robert Downey Jr.

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