martes, 13 de diciembre de 2011

LA CONSPIRACION (vescine)

En profundidad: La conspiración

 

FICHA TÉCNICA
Dirección: Robert Redford
Guión: James Solomon
Producción: Robert Redford, Brian Falk, Robert Stone, Bill Holderman
Producción ejecutiva: Joe Ricketts, Jeremiah Samuels, Webster Stone
Dirección de fotografía: Newton Thomas Sigel
Diseño de producción: Kalina Ivanov
Montaje: Craig McKay
Diseño de vestuario: Louise Frogley
Música: Mark Isham
FICHA ARTÍSTICA
Mary Surratt: Robin Wright
Frederick Aiken: James McAvoy
Edwin M. Stanton (Secretario de Guerra): Kevin Kline
Anna Surratt: Evan Rachel Wood
Reverdy Johnson: Tom Wilkinson
Sarah: Alexis Bledel
Joseph Holt: Danny Huston
Nicholas Baker: Justin Long
General David Hunter: Colm Meany
William Hamilton: James Badge Dale
John Surratt: Johnny Simmons
John Wilkes Booth: Toby Kebbell
Louis Weichman: Jonathan Groff
John Lloyd: Stephen Root
Argumento:
Tras el asesinato de Abraham Lincoln, ocho personas son detenidas y acusadas de conspirar para matar al presidente, al vicepresidente y al secretario de Estado. La única mujer que se encuentra entre ellos, Mary Surratt, de 42 años, regenta una pensión donde el autor del magnicidio John Wilkes Booth, de 26 años, y sus cómplices se reunieron y planearon los asesinatos simultáneos.
Mientras Washington se recupera de las heridas de la Guerra Civil, el abogado Frederick Aiken, un héroe de guerra unionista de 28 años, accede a regañadientes a defender a Surrat ante un tribunal militar. Sin embargo, el joven abogado sospecha que su defendida podría ser inocente, y que está siendo utilizada como señuelo y rehén para capturar a su propio hijo, John. Con el país entero en contra de Surratt, Aiken es el único que se encuentra en posición de destapar la verdad y salvarle la vida.

La conspiración es uno de esos trabajos en los que uno acaba aprendiendo más historia que disfrutando del cine, sin embargo, eso no quiere decir que no se puedan aprovechar muchas de las cosas que vemos en la pantalla.
Para empezar, las interpretaciones. La mayoría del reparto, empezando por McAvoy, pasando por Kevin Kline, Robin Wright o Tom Wilkison, por nombrar algunos de los grandes nombres que encabezan el reparto, le dan una solidez  a sus personajes y una credibilidad que se llega a olvidar el ritmo de narración tan lento y pausado que lleva Redford.
Otro de los detalles a tener en cuenta es la cuidada fotografía que tiene la cinta. En ningún momento desentona y es de agradecer, no sólo estéticamente sino por su buena realización, si bien es cierto que algunos momentos desentona tanta brillantez que se le ha querido dar según el lugar en el que nos situemos, un poco cegador. Al igual que la edición, que aunque lenta, no hace que perdamos el hilo y podamos seguir la historia.
Lo que está claro es que de todas maneras Redford está más interesado no en contar algo, sino en meter el dedo en la llaga en la sociedad norteamericana, ya que no sólo está plasmando uno de los hechos históricos más importantes de su historia, sino que sutilmente mete comparaciones con el sistema político y judicial moderno, que bien podría trasladarse seguramente a hechos concretos y que nos vengan a la memoria sin problema.
Lo que está claro es que es una película para ver con tranquilidad y asimilando todo lo que Redford como director nos ofrece, ya que al menos durante un rato, estaremos pensando sobre la justicia y sus maneras de aplicarla.

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